Hoy en día los desarrolladores inmobiliarios están entrando al mundo de la revolución tecnológica al incorporar a su proyectos herramientas de venta como lo es la Realidad Virtual.

¿En qué consiste?

Un render y una maqueta puede ser que te den una idea de lo que será el proyecto, pero absolutamente nada se compara con haber “estado” ahí y haber “caminado” por ahí. La experiencia que la Realidad Virtual puede proveerle al usuario se encuentra importantemente muy por encima de lo que podrían hacer un render o una maqueta.

Imaginémoslo así: incorporar el VR (Virtual Reality) para un desarrollo inmobiliario consiste en crear un mundo virtual desde cero, en donde ese mundo tenga las especificaciones del edificio a construir.

Vale la pena recalcar que cuando uno se pone los “lentes especiales”, a los cuales denominaremos como “VR Headset”, uno percibe todo esto en escala 1:1, por lo que el realismo de la experiencia es sorprendente. Es decir, básicamente es como si pudiéramos transportarnos al futuro y andar caminando en lo que será nuestra futura casa, recorrer sus pasillos, jugar basketball, saludar a más personas, hacer una buena carne asada, entre muchas otras cosas más.

Al incorporar la realidad virtual a los proyectos inmobiliarios, el desarrollador/vendedor ya no tendrá que convencer al comprador de lo maravilloso que será su estilo de vida viviendo ahí, ahora sólo bastará con que lo vea con sus propios ojos y lo experimente en carne propia.